Rogelio Rodríguez

Todo sobre mí

Hace años. Viendo la imagen de nuestro  Planeta Azul hecha desde un satélite, hizo que mi imaginación se desbordase. Ahí están los millones de fotos que hacemos a diario los que nos apasiona esta afición y somos parte del cosmos fotográfico. La exposición de todas ellas constituye una imagen única. La Tierra que ven desde el espacio.

Mi afición a la fotografía me lleva a viajar cerca o lejos, depende de la ocasión. Me entusiasma tanto una marcha por nuestra Montaña Leonesa, como otra por las Montañas Rocosas de Canadá. Me quedo paralizado delante de las Cataratas Victoria o contemplando la Garganta Divina del Cares.

A través de la cámara he aprendido a mirar la belleza y el drama, en su  inmensidad y en su detalle.

Fotografiando un bosque en pleno colorido otoñal, y el mismo, al cabo de unos meses calcinado por la estupidez humana. Igual que cuando te cuelas entre los pétalos de una flor y paralizas el instante de una mariposa libando y al momento, ves como una araña escondida entre los estambres la atrapa sin remisión. Lo que estas haciendo es capturar emociones con tú cámara.

  Es decisión del fotógrafo utilizando los parámetros del objetivo, de la luz y el encuadre paralizar con un disparo ese instante y trasmitir la intensidad de la alegría o la tristeza a nuestros sentidos.

 En esta vida tan agitada y frenética que llevamos, todavía es posible “parar el mundo con una imagen” para tomarse una pausa.